GESTIONA TU DINERO ANTES DE TENER TU PRIMER TRABAJO

Si sabes manejar tu dinero antes de conseguir tu primer trabajo, no tendrás problemas financieros. Observar en qué gastas lo que recibes cada mes y qué podrías hacer con lo que ahorras, te puede enseñar cómo manejar tus ingresos antes de cobrar tu primer sueldo. 

¿Sabes en qué has utilizado el dinero que tenías asignado para este mes? Si no tienes ni idea ni llevas un control de tus gastos tienes que empezar a tomar medidas. Quizá estás pensando: “¡Si ni siquiera he empezado a trabajar!”. ¿Crees que eso es relevante? Desde el momento en el que empiezas a tener efectivo en tu bolsillo o una tarjeta de crédito de un banco, tienes la responsabilidad de aprender a usarlo.

¿Con cuántos años te dieron tu primera paga? Desde ese día nos tendrían que explicar qué se puede hacer con esa fuente eterna de amor y odio como es el dinero. Sin embargo, las primeras veces que nos dan unas monedas son para canjearlas por regalos o para comprarnos algunas golosinas. Y ese gesto en nuestro subconsciente vincula dinero con consumo inmediato.

Seguro que también tu cabeza considera que cuanto más dinero ganes, tendrás una mejor posición económica. Pero es probable que pocas personas te hayan mencionado que la mejor herramienta financiera es que tus gastos estén alineados con tu nivel de ingreso, y eso sólo se consigue con una planificación financiera

Está bien saber cómo se gana el dinero, pero es muy importante saber administrarlo. Como dato curioso, según cuenta the National Endowment for Financial Education, un tercio de las personas que juegan a la lotería lo han perdido todo entre los 3 y 5 años.

¿Tú qué tal lo manejas? Si todavía no lo sabes o sabes que no lo haces muy bien porque no tienes ni un pequeño capital de ahorro, es tu oportunidad de ponerte en marcha. No hay tiempo que perder porque empezar cuando eres joven tiene múltiples ventajas:

  • Irás desarrollando más experiencia y conocimiento en el manejo de tu capital. Acumularás más información y te familiarizarás antes con hábitos y técnicas que son de mucha utilidad. Si en algún momento metes la pata, cuentas con un soporte detrás llamado familia que te pueden ayudar a salir de la situación.
  • Empezarás a observar actitudes de gasto que son nocivas para tu economía como, por ejemplo, gastar más de lo que tienes. Sólo empezando desde joven, aprenderás a conocer y modificar tus comportamientos de consumo y descubrirás qué productos son los que te pierden o qué situaciones alteran tus sistemas. 
  • Tendrás más tiempo para acumular tus inversiones y generar tu propio patrimonio personal. Este capital te permitirá llevar a cabo muchos proyectos a los que no tendrías acceso si no empiezas a actuar ya.
  • Vivirás más tranquilo desde el momento en el que empieces a aplicar las medidas para administrarte correctamente, y tendrás mayor paz mental. Si en algún momento dado algo sale mal, habrás generado las medidas necesarias para no estar en la ruina. 
  • Podrás elegir dónde y con quién trabajas porque tu fuente de ingresos la gestionas tú. 

Ahora que ya te das cuenta de que empezar a gestionar de forma correcta tu dinero es beneficioso para ti, ¿qué puedes hacer?

  • Toma consciencia de tu situación económica actual a través de un Excel en el que puedas registrar toda la información. No te asustes de lo que veas puesto que, aunque veas cosas extraordinariamente negativas, siempre es el primer camino para solucionarlas. 
  • Analiza tu vinculación emocional con el dinero. Para ello tienes que fijarte en cada pensamiento que pase por tu cabeza que esté relacionado con tu gestión financiera. Tenemos muchas creencias limitantes que condicionan lo que hacemos cuando manejamos nuestra economía. Podemos sorprendernos con pensamientos como: “Siempre puedo pagar mis vacaciones pidiendo un préstamo”; “El dinero está para gastárselo”; “Esto cuesta muy poco así que no me dejará en números rojos”.
  • Aprende a hacer un presupuesto y tenlo siempre actualizado semanalmente. Ser constante en el control de tu flujo económico es fundamental para poder ver la evolución y tomar medidas rápidamente. Si no sabes hacer un presupuesto, fórmate en técnicas que te permitan aprender. Como te he dicho, si tienes una herramienta (dinero) tienes que aprender a usarla.
  • Crea tu propio fondo para emergencias que te permitirá seguir adelante, aunque el resto de proyectos, trabajos o colaboraciones se tuerzan. Es cuestión de poder ser independiente en tus decisiones y que no entes a formar parte de la espiral “tengo que trabajar en algo que no me gusta porque necesito dinero”.
  • Empieza a ahorrar ya para poder empezar a invertir en pequeños productos que te den rentabilidad.
  • No utilices la tarjeta de crédito. Las compras a crédito son la única manera de posponer o esconder una circunstancia que no quieres ver. Si no puedes comprarte algo ya, ¿por qué no puedes esperar al mes siguiente cuando tengas el dinero? 
  • Establece objetivos financieros claros y alcanzables. Tener definidas las metas en tu economía personal te permitirá ir construyendo un patrimonio desde el principio. Si no te propones el reto financiero ¿hacia dónde vas?
  • Protege tu capital de los efectos del mercado. Si dejas tu dinero en el banco, tanto las comisiones como la inflación van a mermarlo. Toma la iniciativa para proteger tu dinero y aprende a invertirlo para que no disminuya. 

A modo de resumen y para que no te dejes llevar por lo que hacen otros, si tienes más de 14 años y antes de irte de casa de tus padres, deberías dominar los siguientes aspectos de tu economía personal:

  • Conocer tu situación financiera mensual y operar con un presupuesto que actualices todas las semanas.
  • Identificar qué es lo que “quieres” (capricho) y qué es lo que realmente “necesitas” (importante). Huye de los gastos tontos.
  • Establecer periódicamente objetivos financieros. Y si puedes ponerte una foto de tu objetivo para visualizarla a diario, ¡mejor!
  • Comprender el funcionamiento de una tarjeta bancaria, la diferencia entre crédito y débito, y los movimientos bancarios.
  • Tener una cuenta personal en un banco y realizar operaciones con ella.
  • Tener una trayectoria de experiencias financieras que construyan tu aprendizaje. Leer sobre el tema para poder resolver las dudas.
  • Generar un colchón de emergencia para imprevistos.
  • Haber realizado trabajos esporádicos con los que se haya obtenido ingresos (canguro, vendedor o repartidor). 

Algunos de nuestros talleres van encaminados a ayudaros a tener una mejor formación financiera para que vuestra economía personal deje de ser un enigma y os sintáis cómodos con su gestión. Si quieres que te ayude a organizar tu economía personal, puedes venir a nuestro taller.