¿No te gustaría concentrarte más cuando estás estudiando y mejorar tus resultados? Si sigues estos 9 hábitos, aumentará tu eficiencia estudiando y podrás distribuir mejor tu tiempo.

Cuando voy paseando por los pasillos de la clase mientras los alumnos resuelven algún ejercicio, me gusta ir observando los apuntes que han tomado. Hacer esto me permite tener una idea de lo diferentes que son los estudiantes en organización, memoria fotográfica, creatividad y velocidad mental. Cada uno tiene unas técnicas que ha ido desarrollado a lo largo de su etapa académica y que supuestamente le funcionan como herramientas para poder recordar mejor el contenido de lo que su mente ha decidido que es relevante.
Hay estudiantes que prefieren utilizar el ordenador para coger sus notas y otros los escriben a mano; hay estudiantes que prefieren utilizar colores vistosos y fluorescentes mientras que otros quieren una hoja monocromática para concentrarse más; hay estudiantes que pasan sus apuntes a limpio después de la clase mientras que otros prefieren dejarlos como los tomaron para recordar mejor.
Me resulta muy divertido ver todo el esfuerzo que los alumnos ponen en tener el material bien organizado, pero ¿qué pasa cuando llega el momento de estudiar? ¿te la juegas sólo a la carta de tus apuntes?
Quiero darte 9 propuestas que, si las pones en práctica como un hábito, mejorarán sustancialmente la calidad de tu estudio, y con seguridad, influirán positivamente en tu resultado:
- PLANIFÍCATE:
El domingo por la tarde es un buen momento para dedicar 30 minutos a tu planificación semanal. ¿Te parece mucho? Es una tarea muy importante por lo que requiere gran atención. Se trata de pensar en cómo puedes optimizar tu tiempo de la semana para encajar en ella todas las actividades que son necesarias e importantes.
¿Has tenido alguna vez en tu cabeza una idea que daba vueltas sin cesar como, por ejemplo, “¿cuándo sacaré tiempo para hacer el trabajo de mercantil?”? Si haces bien este primer punto liberarás espacio en tu “disco duro mental” hasta la semana que viene, y eliminarás pensamientos circulares que sólo te quitan energía.
Recuerda que tienes que hacer una lista de las tareas y luego las tienes que clasificar como urgentes y/o importantes. Una tarea urgente es la que tiene que ser hecha rápidamente con un horizonte temporal limitado. Una tarea importante es la que tiene un peso relevante en el conjunto del estudio.
Por ejemplo, esta semana tienes que entregar un trabajo y tienes un examen. El trabajo cuenta el 5% de la nota y el examen supone un 30%. El trabajo es para mañana y el examen para dentro de 4 días. En ese caso, el trabajo es más urgente pero menos importante y el examen es menos urgente pero más importante. Tienes que acometer siempre primero las tareas que sean más urgentes y más importantes, y luego hacer las tareas menos urgentes y menos importantes.
- DESCANSA:
Antes de empezar a estudiar tienes que haber descansado lo suficiente para poder comprender y asimilar todo el material, en perfectas condiciones.
Lo ideal es que por la noche duermas entre 7 y 8 horas. Sé que es muy difícil dejar de utilizar las redes sociales cuando te metes en la cama, pero si te propones como hábito no utilizarlas entre semana al ir a dormir, la calidad de tu descanso se multiplicará.
Para poder recuperar energía a lo largo del día, también es recomendable dormir una pequeña siesta de no más de 20 minutos después de comer, cuando tengas opción de hacerlo.
Existen muchos beneficios derivados del descanso, pero incrementar la concentración, realizar un aprendizaje más rápido y mejorar la resolución de problemas son argumentos lo suficientemente relevantes como para tomárselo en serio.
- ALIMÉNTATE E HIDRÁTATE BIEN:
¿Sabes que la comida tiene la capacidad de mejorar nuestro estado de ánimo y proporcionarnos más energía? Pues sí, cuanto mejor comes, más energía tienes para poder, entre otras cosas, utilizarla estudiando.
Pero ¿qué es comer bien para ti? Comer bien no significa comer mucho o comer calorías rápidas. Comer bien significa prescindir de los azúcares y las grasas en nuestro organismo para evitar pensar con retardo, cometer errores o estar de mal humor. Así que no te dejes llevar por la leche con galletas de merienda cuando vayas a estudiar. Mejor adopta la decisión de tomar frutos secos, jamón serrano, frutas o pan integral con aceite.
Recuerda que tu intestino es tu segundo cerebro y, cuidándolo, puedes conseguir evitar enfermedades, mejorar tu rendimiento físico y mental y ser más positivo.
En cuanto a la hidratación, es especialmente importante puesto que si nos falta líquido lo primero que va a hacer nuestro organismo es ralentizar los órganos que son menos necesarios, disminuyendo nuestra actividad intelectual. También se resentirá el corazón ya que necesitará trabajar más y consumirá más energía.
Prepárate una jarra de agua con limón (le puedes añadir hierbas como menta o cilantro) y ve tomándotela poco a poco. Además de mantenerte hidratado, conseguirás mejorar tu digestión, estimular tu sistema inmunitario, depurar tu organismo y obtener un sabor muy rico.

- ORGANIZA TU HABITACIÓN:
Según el Feng Shui, arte antiguo chino que se basa en la ocupación consciente del espacio, tu orden interior determina tu orden exterior. O podemos decirlo al revés, échale un vistazo a tu habitación y veremos cómo está tu estado emocional y mental.
Si quieres estudiar de forma más eficiente tu habitación tiene que estar en armonía y equilibrio. Para todo el mundo esas dos palabras no expresan lo mismo, pero casi todos sabemos en qué tipo de habitación nos gusta estudiar y en qué tipo de habitación no somos capaces de concentrarnos.
Algunas características que debería reunir tu cuarto son: tener buena iluminación; elegir colores neutros; tener muebles de madera con suficientes estanterías; tener elementos decorativos que recuerden a la naturaleza; tener la cama siempre hecha; y prescindir de los elementos que ya no son necesarios.
- PREPARA TODO EL MATERIAL:
Ahora es el momento de preparar todo lo que vas a necesitar para estudiar. Reúne los libros, los apuntes, los archivos, los vídeos y todo aquel material de consulta que creas que vas a requerir mientras estés concentrado. También puedes necesitar el ordenador, hojas, bolígrafos, calculadoras y otros elementos que sean importantes en tu carrera.
Si tienes que interrumpir tu estudio para ir a buscar alguna cosa que te haga falta, tendrás que dedicar después tiempo adicional hasta que consigas volver a concentrarte.
- DESCONECTA TU MÓVIL:
Está muy relacionado con el apartado anterior. El móvil no es de ayuda para estudiar. Puedes utilizar todas las excusas que quieras: “es que voy a llamar a mi amiga para que me explique algo”, “voy a utilizar la calculadora del móvil”, “voy a meterme en internet para ver qué significa…”. Todo son excusas.
Según la Universidad de California, después de despistarnos cualquier motivo tardamos 23 minutos y 15 segundos en volver a recuperar la actividad que estábamos haciendo con la misma intensidad. ¿Te compensa mirar el móvil?
Lo mejor es que establezcas periodos de 75 a 90 minutos de estudio y luego descanses durante 15 minutos para dejar descansar el cerebro. En esos descansos, puedes conectar el móvil y responder todos los mensajes.
- ENCIENDE UNA VELA O ACEITES AROMÁTICOS:
A través de las velas, del incienso y de los aceites aromáticos, conseguirás fijar en tu subconsciente todas las acciones relacionadas con el estudio de una forma placentera. Cada vez que vuelvas a percibir el olor, conectarás con la experiencia del pasado y te costará menos ponerte a estudiar de nuevo.
Cuando las cosas que aprendemos las vinculamos a experiencias en la que los sentidos están muy implicados, son más fáciles de recordar. Por eso en las tiendas de moda te ponen tantos olores al entrar. ¡Así te será más fácil recordarla la próxima vez!
Gracias a las velas y los aromas te relajarás, sentirás un mayor bienestar y tu cerebro podrá percibir mejor los estímulos visuales y cognitivos.
- PON MÚSICA RELAJANTE DE FONDO:
Al igual que los aromas nos permiten transformar una experiencia, la música también es capaz de conseguirlo. Ponerse música para estudiar es una actividad bastante extendida entre los estudiantes. Sin embargo, no toda la música consigue el mismo efecto. Si te pones canciones que te gustan mucho, con letras que te apetece cantar, está claro que tendrás un mejor estado de ánimo, pero podrías desconcentrarte con cada estrofa.
Lo mejor es crearse una lista de reproducción de música relajante de alta vibración que van a ser inocua para tu sentido del oído y sin embargo va a hacer un efecto reparador sobre tu cebro mientras está trabajando.
- VISUALIZAR EL OBJETIVO QUE QUIERES CONSEGUIR:
Antes de empezar a estudiar, cuando ya tienes la habitación en orden, el móvil apagado, un aroma moviéndose por el espacio, la jarra de agua con limón encima de la mesa, todo el material preparado y te sientes completamente tranquilo porque has dormido bien, es el momento de que cierres los ojos y visualices qué resultado quieres conseguir.
Tan necesario como el estudio es visualizar dónde quieres llegar y cómo te sentirás cuando lo consigas. Es el mismo ejercicio que practican los deportistas en sus entrenamientos hasta el día de la competición. Visualizan todas las características.
En tu caso, por ejemplo, si tienes un examen, tienes que empezar a visualizarte a ti estudiando con tranquilidad fijándote en los detalles como la intensidad de la luz, el momento del día, el olor que percibes o los apuntes que tienes encima de la mesa. Luego visualizas el día del examen, la ropa que llevas puesta, los bolígrafos que tienes encima de la mesa, las hojas del examen, tú respondiendo las preguntas, y saliendo del examen contento. Por último, visualizas el momento en el que te dan la nota, con la calificación exacta que quieres sacar y la emoción que sentirás.
Es importante que en tu pantalla mental describas claramente todas las emociones que sientes en cada momento.
Estas son las recomendaciones que le suelo hacer a mis estudiantes cuando me dicen que tienen problemas para concentrarse.
Ahora ya no tienes excusas para crear el mejor ambiente de estudio tanto interior como exterior. Para obtener mejores resultados sólo te queda hacer una cosa: ¡TOMAR LA DECISIÓN DE PONERLO EN PRÁCTICA!
Si quieres que te ayude a conseguir mejorar tus resultados académicos, puedes venir a verme para que te cuente mi plan.